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Museo Fonck de Viña del Mar celebra sus 83 años preparando la reapertura de sus valiosas y únicas colecciones

25 de noviembre de 2020

En 8 décadas, la institución se ha consolidado como un referente en arqueología e historia natural. En los próximos días volverá a abrir sus puertas con novedades, ahora con aforo reducido y otras medidas de seguridad sanitaria.

El ímpetu y entusiasmo de sus fundadores, plasmado en la apertura del Museo de Arqueología e Historia Natural Francisco Fonck, el 25 de noviembre de 1937, iluminó una senda que 8 décadas después llegó a consolidarlo como un referente nacional, visita recurrente de turistas nacionales y extranjeros, y que ahora se prepara para reabrir sus puertas, tras 8 meses cerrado.

El presidente del directorio de la institución, Claudio Etcheverry, identifica tres etapas en la vida de esta organización emplazada 4 Norte, esquina 1 Oriente. “A la primera yo la llamo ‘heroica’, casi quijotesca, porque se juntan un montón de personas llenas de entusiasmo. No había ningún arqueólogo en ese momento y el museo empieza a itinerar ya que no tenía un lugar físico estable. Estuvieron en el palacio Rioja, frente al casino de Viña, frente al cine Rex, etcétera”, apunta el líder de la institución, quien recuerda las grandes gestiones realizadas por el médico y filántropo, Roberto Gajardo. “Han sido y son un grupo de personas profundamente comprometidas con el patrimonio y su misión de conservación”, felicita Rafael Torres, presidente de la red ViVa de museos y director del Baburizza.

El terremoto de 1985 destruyó las instalaciones del palacio Carrasco, que entonces albergaba al museo. Nuevamente hubo que embalar todo y prepararse para la próxima mudanza que recién llegó al año siguiente. Eugenia Garrido, alcaldesa de Viña de Mar en esa época, recuerda las constantes visitas del doctor Gajardo con miras al otorgamiento de un nuevo recinto. “No se podía permitir que se perdiera el museo y queríamos, por lo menos, tenerlo bien ubicado”, rememora.

“El 86 recibimos el lugar donde estamos actualmente. La municipalidad nos entregó la casona Délano en comodato”, señala Claudio Etcheverry, quien agrega que a partir de ese momento se inicia la etapa de consolidación del museo. Posteriormente, a través de la llegada de fondos estatales concursables y municipales, además de nexos con universidades y otras instituciones científicas, comienza la etapa de profesionalización.

Constance Harvey, secretaria regional ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, considera especialmente relevante el aporte del Fonck durante su historia. Dice que por eso “han podido acceder a diferentes tipos de fondos y eso ha servido para validar su quehacer”. Sin embargo, reconoce las dificultades existentes para la sostenibilidad de los museos privados. “Me gustaría que nos acercáramos a un porcentaje mucho más alto desde el Estado para cultura”, expresó.

Reapertura y futuro

Desde el cierre forzado en marzo de este 2020, el Museo Fonck ha mantenido el contacto con sus audiencias por medio de plataformas virtuales y ha aprovechado el tiempo para la construcción de nuevas instalaciones que serán la novedad de la reapertura prevista para el inicio de diciembre. “El segundo piso ahora será diferente. Los típicos alfileres fueron retirados para que los insectos, que a la gente tanto le gustan, sea presentados de manera moderna y espectacular, con grandes paneles, iluminación led y pantallas”, cuenta el presidente del museo.

Los preparativos además incluyen la disposición de señalizaciones para el desplazamiento del público, control de temperatura, dispensación de alcohol gel, reserva de visitas a través de internet y aforo reducido.

De esta forma, el Museo Fonck -que cada año recibe a más de 30 mil personas- podrá seguir escribiendo su historia y compromiso con la preservación y difusión del patrimonio natural, arqueológico y etnográfico de Chile. Sobre su futuro, Rafael Torres dice que “me lo imagino más grande y con mayor presencia en los procesos formativos de los escolares”. Eugenia Garrido comparte esa mirada y agrega que espera que se creen “más incentivos para que los privados participen y colaboren con el museo”.

“A mí me gustaría que a cualquiera que venga Viña, le preguntasen ‘¿y fuiste al Fonck?’ Que sea visita obligada. También que cada vez vengan más escolares y aumentar nuestras audiencias”, proyecta su presidente Claudio Etcheverry, sobre el futuro del museo.

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